En el escenario de la conservación ambiental en República Dominicana, el Parque Nacional Sierra de Bahoruco destaca como el pionero y precursor de las áreas protegidas en el país caribeño. Esta joya natural, establecida en el año 1974, se alza como un monumento histórico en la preservación del patrimonio natural y cultural de la nación.
El Parque Nacional Sierra de Bahoruco, ubicado en la región suroeste del país, abarca una extensión de aproximadamente 1,200 kilómetros cuadrados. Surgió como una respuesta a la necesidad de proteger un área de gran valor ecológico y cultural. En un esfuerzo por salvaguardar sus ricos ecosistemas, su flora y fauna únicas, se convirtió en el primer parque nacional oficial de República Dominicana.
Este parque nacional alberga una amplia variedad de ecosistemas que van desde bosques húmedos hasta secos, montañas, ríos y una rica biodiversidad.
La Sierra de Bahoruco no solo es un santuario de la naturaleza, sino también un sitio que alberga restos arqueológicos que datan de la época precolombina. Estos vestigios representan la presencia ancestral de las comunidades taínas en la región, agregando un valor histórico y cultural adicional al parque.
A lo largo de los años, el Parque Nacional Sierra de Bahoruco ha enfrentado desafíos de conservación, como la presión por la actividad humana, la deforestación y la expansión no controlada de la agricultura. Sin embargo, ha sido objeto de esfuerzos de conservación y programas de manejo que buscan preservar su riqueza natural y cultural.
La creación del Parque Nacional Sierra de Bahoruco sentó un precedente crucial en la historia de la conservación en República Dominicana. Su establecimiento marcó el comienzo de un compromiso con la protección de los recursos naturales del país y sirvió como inspiración para la creación de otras áreas protegidas a lo largo del territorio nacional.
El Parque Nacional Sierra de Bahoruco, como el primer parque nacional de República Dominicana, no solo representa un valioso tesoro natural, sino también un hito en la historia de la conservación en la nación. Su establecimiento ha dejado un legado significativo en la preservación de los ecosistemas, la biodiversidad y el patrimonio cultural, consolidando su importancia como un símbolo emblemático en la protección de la naturaleza en la isla caribeña.